domingo, 5 de abril de 2009

Vos sos el Hijo de Dios

Una procesión de dos columnas que partieron de Liniers y Once para converger en la basílica de San José de Flores, donde el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, presidió la misa, anticipó hoy el Domingo de Ramos en Buenos Aires.

     A lo largo del trayecto, seminaristas, sacerdotes y obispos auxiliares porteños junto a numerosos fieles, bendijeron a la gente a su paso, e ingresaron a negocios para entregar estampas y obsequiar ramos de olivo.

     La expresión de fe, que memora la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén previo a su pasión, muerte y resurrección, llevó por lema "Jesús sale a nuestro encuentro por las calles".

    Antes de empezar la misa, el cardenal Bergoglio instó a la feligresía a agitar los ramos de olivo "unidos por un vínculo de paz".

    En la homilía, el purpurado porteño recordó que "con Jesús entramos en Jerusalén, que es algo más que una ciudad. Es una realidad en cada uno. Entra en mi vida, de nuevo entra valientemente. Jesús no se deja engañar por la fiesta del momento sabe que es pasajero. Le espera la persecución, la calumnia, la difamación, la cárcel, un juicio tramposo, la tortura, la condena de un cobarde que se lava las manos. Le esperaba el camino de la cruz y la muerte".

     "Entremos con El y El entrará en la Jerusalén del corazón. Que nuestra parte del corazón proclame: 'Vos sos el Hijo de Dios'", pidió.

     Tras señalar que en Semana Santa "podemos hacer muchas cosas. Mirar el crucifijo, a María al pie de la cruz, los dolores, su corazón", indicó que "en la historia no hubo una soledad más compromida que la de Jesús. Lo abandonaron y lo traicionaron varios".

    "Jesús de nuevo te mira a vos, me mira a mí, nos mira a todos, como miró a la cruz, a los ojos de (Poncio) Pilatos, al buen ladrón, a su madre. Dejate mirar por Jesús sufriendo. El no vino para condenarte. No andes comprando felicidades baratas", subrayó.

     Por último, el cardenal Bergoglio rezó una oración en comunidad y llamó a la esperanza.

     En tanto, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, agradeció a quienes caminaron por la ciudad. "Les damos gracias a todos los que llevaron la bendición querida, desea y esperada. 
A través de ustedes El quiso entrar en la Jerusalén de tantos hombres. Así somos Iglesia y damos testimonio de Jesús en medio nuestro", dijo.

     A partir de las 16 dos carrozas, una con la imagen de Jesús bendiciendo y otra con hombres vestidos de violeta cargando una cruz, salieron en forma simultánea desde plaza Once y el santuario de San Cayetano, de Liniers, para converger cerca de las 19.30 en la basílica de San José, en Flores.

     La procesión forma parte de las actividades previstas para convertir a Buenos Aires en un "gran santuario" durante Semana Santa.
Fuente AICA

1 comentario:

Es muy valioso para el crecimiento de todos que dejes tu comentario...