lunes, 3 de septiembre de 2012

ENTREVISTA REALIZADA AL CARDENAL C. M .MARTINI POR GEORG SPORSCHILL SJ, Y FEDERICA R. FOSSATI CONFALONIERI. 8 DE AGOSTO 2012. Corriere della Sera .




¿Cómo ve la situación de la Iglesia? 
"La Iglesia está cansada  en Europa y América. Nuestra cultura ha envejecido, nuestras Iglesias son grandes, nuestras casas religiosas están vacías y la burocracia de la Iglesia, aumenta. Nuestros rituales y nuestra ropa son pomposos. ¿Expresan estas cosas lo que somos hoy en día? (...) El bienestar nos pesa. Nos quedamos ahí, como el joven rico que se fue triste cuando Jesús lo llamó para hacerle su discípulo. Sé que no podemos dejarlo todo con facilidad, pero por lo menos podríamos buscar hombres que fueran libres y cercanos al prójimo como fueron el obispo Romero y los mártires jesuitas de El Salvador. ¿Dónde están los héroes que nos inspiran? Por ningún razón debemos limitarlos con las trabas de la institución ".

¿Quién puede ayudar a la Iglesia hoy en día? 
"Al  padre Karl Rahner les gustaba usar la imagen de las brasas escondidas bajo las cenizas. Lo que veo en la Iglesia de hoy es tanta ceniza sobre las brasas que a menudo me invade una sensación de impotencia. ¿Cómo se puede liberar el fuego de la ceniza con el fin de reavivar la llama del amor? Primero tenemos que buscar este fuego. ¿Dónde están esas personas llenas de generosidad como el buen samaritano? ¿Quién tiene fe como el centurión romano? ¿Quiénes son entusiastas como Juan el Bautista? ¿Quiénes  se atreven con lo nuevo como Pablo? ¿Quiénes son fieles como María Magdalena? Aconsejo el Papa y los Obispos a buscar a doce personas “de fuera” para los ocupar lugares de dirección. Hombres que estén cerca de los más pobres, que estén rodeados de jóvenes y que experimenten cosas nuevas. Necesitamos  la comparación con hombres que ardan, para que el espíritu pueda difundirse por todas partes.”
 
¿Qué herramientas se recomienda contra la fatiga de la Iglesia?

"Yo recomiendo tres muy fuertes. La primera es la conversión: la Iglesia debe reconocer sus errores y seguir un proceso de cambio radical, empezando por el Papa y los obispos. Los escándalos de pedofilia nos empujan a emprender un camino de conversión. Las preguntas acerca de la sexualidad y todos los temas relacionados con el cuerpo son un ejemplo. Estos son importantes para todo el mundo y, en ocasiones, tal vez son demasiado importantes. Debemos preguntarnos si la gente sigue escuchando los consejos de la Iglesia en materia sexual. ¿En este campo la Iglesia sigue siendo una autoridad o sólo es ya una caricatura en los Medios? La segunda es la Palabra de Dios. El Concilio Vaticano devolvió la Biblia para los católicos. (...) Sólo la persona que percibe en su corazón esta palabra puede ser parte de los que ayudan a la renovación de la Iglesia y responderán a las preguntas personales con una elección acertada. La Palabra de Dios es simple y busca como compañero un corazón que escuche (...). Ni el clero ni el derecho Canónico  pueden sustituir a la interioridad del hombre. Todas las reglas externas, leyes, dogmas, son elementos para aclarar la voz interior y el discernimiento de los espíritus. ¿Para qué están los sacramentos? Estos son el tercer instrumento de sanación. Los sacramentos no son una herramienta para la disciplina, sino una ayuda a los hombres para el camino y las flaquezas de la vida. ¿Llevamos los sacramentos a las personas que necesitan fuerzas renovadas? Pienso en todas las parejas divorciadas y vueltas a casar, en las  “familias extendidas”. Esta gente necesitas necesita una protección especial. La Iglesia está a favor de la indisolubilidad del matrimonio. Es una gracia cuando un matrimonio y una familia están en peligro (...). La actitud que tomemos hacia las familias extendidas determinará la cercanía de la Iglesia a la generación de los hijos. Una mujer fue abandonada por su marido y tiene una nueva pareja que cuida de ella y sus tres hijos. El segundo amor fracasa. Si esta familia es objeto de discriminación, se corta, no sólo a la madre sino también a sus hijos. Si los padres están fuera o no sienten el apoyo de la Iglesia, esta perderá la próxima generación. Antes de la Comunión oramos: "Señor, no soy digno ." Sabemos que no somos dignos (...). El amor es la gracia. El amor es un regalo. Hay que darle la vuelta a la pregunta de si  los divorciados pueden tomar la Comunión. ¿ [la cuestión es] Cómo puede la Iglesia llegar a ayudar con el poder de los sacramentos a los que tienen situaciones familiares complejas? "

¿Qué  es lo que hace usted personalmente? "La Iglesia se ha quedado atrás 200 años. ¿Cómo no vamos a agitarnos? ¿Tenemos miedo? ¿Miedo en lugar de valor? Sin embargo, la fe es el fundamento de la Iglesia. La fe, la confianza y el valor. Yo soy ya viejo y enfermo y dependo de otros. La buena gente a mi alrededor me hace sentir el amor. Este amor es más fuerte que el sentimiento de desconfianza que a veces se percibe hacia la Iglesia en Europa. Sólo el amor vence la fatiga. Dios es amor. Todavía tengo una pregunta para ti: ¿Qué puedes hacer tú por la Iglesia "?.