lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad: Dios con nosotros



Cuando sucedió nadie se dio cuenta,
cuando entro la Luz al mundo hubo muy pocos testigos.
Solo algunos pastores que estaban cerca,
del resto nadie.
Pasó casi inadvertido el hecho más significativo de todos los siglos.

Esa noche fue idéntica a las demás, en apariencia,
en esencia se renovaba la faz de la tierra
y el hombre recuperaba su alianza con su Creador para siempre.

Hoy pasa lo mismo,
vemos pasar miles de veces a Dios a nuestro lado
y ni siquiera nos damos cuenta.

Una y otra vez Jesús, que se quedó en los pequeños,
en los que sufren, en los débiles, nos viene a visitar...
y nosotros en nuestra ceguera no sabemos descubrirlo.

Estas fechas exacerban nuestra miopía espiritual,
vamos tan apurados a comprar las cosas para celebrar la Navidad, 
que cuando se nos interpone en el camino a pedirnos una moneda,
una sonrisa, un momento para hablarnos, 
haciendo que no lo vemos seguimos de largo.

Dios sigue buscando un lugar para nacer
y nosotros no descubrimos que dándole lugar en nuestro corazón,
seremos parte de su nacimiento.
Animate!, prestale tu corazón como pesebre,
dejalo nacer en tu vida.

Solo hay un secreto para que eso suceda...
Jesús solo es visto y oído por aquellos que son capaces de descubrirlo en los demás.

Estás a tiempo, aún faltan algunas horas y Jesús podría nacer en tu vida
si sos capaz de preparar tu alma y tu corazón para darte a los que te necesitan.
 


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