martes, 11 de noviembre de 2008

Vive el presente



Muchas veces se escucha: “Vive el presente.”

Que frase más perfecta, más reflexiva, más hermosa. Y que desvirtuada está hoy.

El relativismo de estos tiempos, quiere hacer creer que vivir el presente es:

  • Dar rienda suelta a los instintos
  • Privilegiar el tener al ser
  • Transformar en objeto al otro
  • Poseer todo lo que se desee
  • Confiar absolutamente en los sentidos, negando las realidades que no se pueden comprobar.
  • Vivir como si el hedonismo y la diversión fueran el motivo último del ser humano.



Eso no es Vivir el presente.


Te voy a dejar algunas ideas de lo que realmente es vivir el presente.

 

Cuando una madre recibe la noticia de que su hijo dentro de su vientre corre riesgo y decide quedarse acostada en un hospital meses enteros para cuidarlo y no perderlo,
eso es vivir el presente.

 

Cuando un médico le da una medicina carísima a un moribundo para que no sufra los dolores de su partida. Ese acto de piedad es vivir el presente.

Cuando un padre decide hacer que su hijito tenga la mejor calidad de vida y conserve la esperanza en un campo de concentración. Eso es vivir el presente.

Cuando visitas a un abuelo al lugar donde su familia lo depositó por no ser productivo le regalas una hora para saber como está, como siente y que espera de sus días. Esa actitud es vivir el presente.

 

Cuando luchas para que dejen de cortar árboles, extinguir especies y aniquilar la naturaleza para transformarla en billetes. Ese compromiso es vivir el presente.

Cuando te animas a amar a pesar de las experiencia previas y de esa forma apuestas a la vida.
Ese jugársela por el “nosotros” es vivir el presente.

Cuando alguien denuncia una injusticia y por eso es castigado, torturado y asesinado.
Y ese profeta sabiendo lo que va a pasar es consecuente e igual lo hace. Esa entrega es vivir el presente.

 

Cuando eres capaz de dar la vida por los demás , sin tener culpa alguna, como lo hizo Jesús.

Eso es vivir el presente y por eso Dios lo resucitó y para siempre quedó presente en medio de nosotros.

Pero ya sé que no es fácil hacerlo, por eso te voy a dejar algunas preguntas para que podás vivir el presente.

¿Has experimentado los sentimientos que se generan en ti cuando haces caridad sin esperar nada a cambio?
¿Has intentado acariciar un niño golpeado y que te corra la cabeza por miedo al golpe que pudiera venir?
¿Has logrado salvar un bebé de que la madre lo aborte?¿Te ganaste algún golpe o insulto por promover la justicia y la libertad?
¿Has mirado los ojos agradecidos de un moribundo dándote las gracias por asistirlo en su último momento?
¿Alguien te debe su vida, porque lo salvaste de quitársela a si mismo?
¿Has visto nacer a alguien?
¿Recogiste alguna vez un animal herido para sanarlo?¿Se colgó de tus pies un niño en un hogar de menores cuando te ibas para pedirte 1 minuto más de amor?
¿Te regalo tu hijo/a una piedra, un objeto extraño o un dibujito junto a una enorme sonrisa y un “te amo”?

Yo lo he hecho, y vale la pena, date la oportunidad. Date a los demás y verás el resultado…

Vas a entender qué es vivir el presente, desde la perspectiva del amor.

 

Y si todas estas palabras no te sirvieron, hazte esta pregunta:

¿Qué harías hoy si te quedara sólo un mes de vida?

Vivir el presente es apostar al 100% tu vida y tener fe en que Dios va a poner la diferencia.

Y ser feliz sin importarte el resultado, dejando hasta tu último aliento en todo lo que hagas, para vivir el presente. 

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